Cuando observamos la dinámica de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones nos damos cuenta que nos convertimos en lo que pensamos, sentimos y hablamos. El hombre en sí mismo es la obra suprema de la Creación, pero el hombre psicológicamente es lo que él piensa y siente ser. Lo que pensamos y sentimos de sí mismos es lo que hemos aprendido a lo largo de nuestra vida. Debemos aprender a pensar y sentir bien de nosotros mismos y de los demás para reconstruir nuestra autoestima y mejorar nuestras relaciones con los demás. Piensa y siente: Yo Soy único, Yo Soy valioso, Yo Soy importante, Yo Soy inteligente, Yo Soy fuerte, Yo merezco lo mejor de la vida. En realidad todos somos seres únicos, valiosos, dignos y todos merecemos bienestar, calidad de vida, éxito, prosperidad, paz y felicidad, etc.
Nuestra vida del día a día es una
materialización continua de nuestros pensamientos y sentimientos recurrentes. Hoy
estamos viviendo lo que hemos pensado y sentido en el pasado, el futuro lo
construimos en el presente. Todos somos seres creadores, todos los días y cada
momento, consciente o inconscientemente estamos creando nuestra realidad. La
casualidad, el acaso, el azar, la coincidencia, la suerte, el destino, no
existen, nosotros creamos nuestra realidad con lo que pensamos, sentimos,
hablamos y hacemos. ¡Tú puedes construir el mundo que quieres vivir a corto,
mediano y largo plazo!
El pensamiento es creador, pero lo que hace que
los pensamientos se hagan realidad es la energía del sentimiento y la emoción.
La eterna Ley de la Vida es: Lo que tú piensas y sientes lo haces realidad.
Donde está tu pensamiento allí está tu atención, donde está tu atención allí
estás tú. Cuanto más intenso sea el sentimiento dentro del deseo más rápido se hará
realidad.
Mientras
tengamos pensamientos y sentimientos de odio, de condenación, de
crítica, envidia, celos, temor, dudas o sospechas y permitamos que esos
pensamientos y sentimientos generen irritación dentro de uno, con seguridad
tendremos desarmonía, fracaso y caos en el cuerpo, la mente y nuestro mundo. El
dominio de los sentimientos y emociones juega el papel más importante en la
vida para mantener el equilibrio mental y emocional, salud, éxito y logros en
todos los asuntos. Los pensamientos no pueden convertirse en cosas hasta que
son revestidos con sentimientos. Cualquier discordia en los sentimientos rompe
con la Ley del Amor, que es la Ley del Equilibrio, la Armonía y la Perfección.
Poner nuestra atención en los pensamientos,
sentimientos y emociones negativas es absorber
sus vibraciones e invitarlos a que entren en nuestra mente, cuerpo y
asuntos. Nos convertimos en lo que pensamos y en lo que sentimos, por eso hay
que aprender a vivir en un estado de atención para darnos cuenta de lo que pensamos
y sentimos de momento en momento. El pensamiento crea, el sentimiento y la
emoción es lo que le da vida a los pensamientos, y la imaginación es la
facultad de ver lo que pensamos y sentimos. Todo pensamiento que sentimos y
visualizamos en nuestra mente lo podemos hacer realidad. Cuando comprendamos la
dinámica de nuestros pensamientos, sentimientos y emociones, podremos hacer
realidad lo que siempre hemos deseado ser, saber, hacer y tener.
El primer paso es comprender la dinámica mental
y emocional, luego aprender a pensar y sentir. Pensar y sentir positivamente
genera en nuestro interior un estado de armonía, de paz y felicidad. A nivel
emocional hay que buscar el equilibrio emocional cultivando las emociones positivas. El amor, el entusiasmo, el optimismo,
la alegría, son ejemplos de sentimientos y emociones positivas. La felicidad es
un estado de consciencia que se produce no por los cosas en sí mismas, sino por
los pensamientos, sentimientos, emociones, actitudes, reacciones y respuestas
que manifestamos hacia las cosas. El ser humano suele reaccionar automáticamente a los pequeños disgustos, a
las frustraciones y cosas parecidas, con insatisfacción, resentimiento e
irritabilidad, sobre todo por no tener el hábito de reaccionar de manera
distinta.
El hombre es un buscador de metas. El cerebro y
el sistema nervioso constituyen un mecanismo orientado a conseguir metas y
objetivos, una especie de sistema de conducción automática que funciona para
beneficio de la persona como mecanismo de éxito, o en su contra como mecanismo
de fracaso. Comprender la dinámica de nuestros pensamientos y sentimientos es
fundamental para la superación personal y el éxito en la vida.
Todos nuestros sueños, aspiraciones y deseos
los podemos alcanzar en la vida si nos ponemos metas y objetivos. Para alcanzar
el verdadero éxito en la vida nuestras metas y objetivos deben ser coherentes
con nuestra propia naturaleza, con nuestra vocación y misión en la vida. La
vida es lo más valioso y sagrado que poseemos, la vida es actividad, la vida es
movimiento. Lo que mueve y anima nuestro cuerpo es nuestra propia vida, nuestra
alma, esencia, espíritu, conciencia, ser, individualidad, nuestro yo que es el
que dirige. Cuando dejamos de perseguir metas y objetivos morimos en vida. El
hombre es un buscador de objetivos y la vida es el combustible propulsor que
nos dirige hacia la meta que nos proponemos. Para alcanzar un objetivo hay que
fijarlo en nuestra mente, pensarlo, sentirlo, imaginarlo, decretarlo, planearlo
y ejecutarlo. Si deseas una asesoría, una conferencia, curso o taller
contáctanos al celular 2261007510. ¡Que tengas Salud, Éxito y Bienestar!
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